Individuo o sociedad

Claves para conseguir cambios efectivos

Una de las falsas dicotomías prevalecientes de nuestros días (herencia de la Revolución Industrial) consiste en decidir si es más importante la acción de la persona o la efectividad de los procesos colectivos.

Por un lado, están los que defienden que si las personas cambian y mejoran, como consecuencia, el colectivo se transformará.

En el otro extremo, están lo que sostienen que para cambiar al conjunto es imprescindible cambiar primero las estructuras de la organización. De este modo —es su tesis— si el conjunto progresa, los individuos que la componen prosperarán.

En la era digital, esta falsa contraposición ha perdido su sentido. Con cada día que pasa comprobamos de un modo incontestable la interdependencia entre la persona y el entorno donde se desarrolla. Se trata de una interconexión simbiótica y recíproca.

No obstante, muchas organizaciones siguen encadenadas a la falsa dicotomía individuo o colectivo.

De una parte, están los defensores de la visión individual: si el trabajador está contento y se siente realizado la organización será más productiva y rentable.

A partir de esta premisa ha surgido toda una legión de métodos, sistemas y herramientas para desarrollar al empleado y aumentar su bienestar. Lógicamente, estos esfuerzos son muy loables y deben existir. Sin embargo, de tanto poner el foco en la persona, se pierde de vista algo esencial: cómo se relacionan, comunican y cooperan las personas entre ellas, en un marco colectivo.

De otra parte, se encuentran las personas que piensan que si no existe una buena operativa y unos procesos adecuados que garanticen la rentabilidad continua de la organización, de poco sirven las mejoras en el desarrollo y bienestar de los empleados.

En este marco de pensamiento se encuentran todas las acciones de consultoría que contratan las organizaciones para mejorar sus procesos. Nadie duda que es algo importante. Ahora bien, estos programas suelen, por su propia naturaleza y objetivos, prestar poca atención a la persona.

Si diriges una organización, departamento o equipo, revisa tus estrategias. Es muy probable que te estés decantando hacia uno de estos extremos.

No es que seas incompetente o un mal profesional. Lo que ocurre es que muchas veces los patrones sistémicos en los que nos hemos desarrollado, educado y formado nos determinan mucho más de lo que nos imaginamos. La falsa dicotomía individuo versus sociedad impregna toda nuestra cultura.

Para conseguir cambios efectivos es necesario tener una visión glocal.

Hay que saber moverse, en circularidad, desde lo individual (la célula básica de cualquier organización) hasta lo global (toda la organización en su conjunto), y viceversa, recorriendo los diferentes niveles. En cada nivel hay una acción diferente a emprender, y cada acción tiene un impacto diferente en las partes.

Rehúye de los argumentos excluyentes y busca la inclusividad y la complementariedad de un modo sistémico.

En Cuática Consulting te asesoramos, entrenamos y acompañamos para que puedas ver aquello que hoy te es invisible y de este modo ser extremadamente más efectivo en tu gestión del cambio.