¿Por qué tanto esfuerzo ha dado tan poco resultado?

La Odisea de Homero relata las peripecias de Ulises en su viaje de vuelta desde Troya a su casa en la isla de Ítaca; un viaje que duró 10 años.

En las dos últimas décadas muchas empresas se han lanzado a la aventura de la transformación digital. Son ya varios estudios que arrojan datos poco alentadores sobre los resultados logrados en este periplo de las organizaciones hacia la digitalización (por citar un ejemplo, el estudio que realiza bienalmente McKinsey, demuestra que menos de un 20% de empresas que se han embarcado en este tipo de proyectos dicen haber mejorado su rendimiento y son capaces de mantener estos cambios de un modo sostenido a largo plazo).

Se sabe que las transformaciones son tareas arduas y que no se logran en dos días. Pero la transformación digital se está revelando más complicada de lo que muchos podían haber imaginado.

¿A qué se debe que los esfuerzos de transformación realizados por las empresas no se correspondan con los resultados que han logrado?

La respuesta es tan compleja como la pregunta. No tengo la respuesta. Y cuanto más leo e investigo sobre el tema, más dudas me surgen. Lo que sí tengo muy claro es que la dificultad del asunto surge de un marco inadecuado de análisis y comprensión de la digitalización. Me refiero a que muchas veces queremos entender este inédito fenómeno desde los anacrónicos patrones de la industrialización. Desde mi punto de vista, la digitalización no es simplemente un fenómeno tecnológico, sino una nueva revolución planetaria.

La Revolución Industrial no solo trajo consigo una nueva forma de organización económica, sino que supuso un cambio profundo en la organización de los asuntos humanos. Hoy, nos encontramos en el umbral de una nueva era de consecuencias y alcance mucho mayores que la Primera Revolución Industrial. Por tanto, con la llegada de la Era Digital cabe esperar cambios mucho más radicales y sorprendentes que antaño. De ahí que el esfuerzo de apertura mental que tengamos que hacer hoy día sea mucho mayor que el de nuestros antepasados de la mitad del siglo XVIII.

Por consiguiente, si queremos afrontar adecuadamente este nuevo salto en la historia de la humanidad, debemos abrir la mente y analizar este fenómeno desde una nueva perspectiva completamente diferente a los modelos de pensamiento y comportamiento de la era industrial.

La Era Digital se caracteriza por una serie de singularidades que las organizaciones han de tener presente en todo momento. A modo de ejemplo citaré tres de estas singularidades:

  1. El cliente (interno y externo en el centro)
  2. La cooperación y la reciprocidad
  3. El liderazgo compartido

Te invito a que cuando estés elaborando las estrategias y planes de tu empresa, departamento o equipo para este 2020, te preguntes si has tenido en cuenta estas singularidades.

En Cuántica Consulting te asesoramos, entrenamos y acompañamos para que puedas lograr resultados extraordinarios en la transformación de tu organización.